Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #bebe, #bienestar, #consejos
Cuando llega el momento de pasar a nuestro bebé a una cuna, son varios los factores que influyen en la elección de un modelo.
La opción funcional significa invertir en un mueble que acompañará a nuestro hijo en varias etapas de su crecimiento, ya que también se puede transformar en la cama definitiva del futuro niño.Las opciones
Los fabricantes producen modelos cada vez más novedosos. Desde el diseño, los colores y hasta las funciones de estas cunas presentan combinaciones muy creativas.Por ello, es importante tener en claro cuánto tiempo calculamos que este mueble formará parte del dormitorio de nuestro niño. Lo que ahora puede gustarnos como parte del diseño, puede quedar desactualizado y demasiado infantil cuando nuestro niño deje de ser un bebé. Otros criterios que no hay que dejar de lado son la calidad de los materiales y su duración.
Es un mueble del tamaño de una cama de una plaza. En una primera etapa, se usa acompañada de dos cubos. Por lo general estos cubos funcionan como:
De la cuna a la cama
Cuando el bebé se ha transformado en todo un niño, capaz de salirse de la cuna y trasladarse de un ambiente a otro por su cuenta, nos encontramos ante la señal de que nuestro hijo ya está en condiciones de dormir en una cama.
La cuna funcional se convierte con sólo quitar los barrotes y los cubos que antes estaban ubicados sobre la cama. Ahora quedará uno como mesa de luz; y el otro, para guardar juguetes, por ejemplo.Lo más novedoso
Al pasar de la cuna a la cama, existe un nuevo diseño que transforma los cubos en bases para un escritorio. Para la mesa, se aprovecha un costado de la cuna, que, en este modelo, es liso y sin barrotes.
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